lunes, 2 de abril de 2012

EL MANIFIESTO LIMINAR   4a parte


En el Manifiesto se detecta la presencia de tres ideas fuerzas que constituyen el eje de articulación del discurso ideológico:a)La idea de modernización: b) La vocación histórica de la juventud y de la nueva generación y c) El sentimiento de una identidad latinoamericana.


La concepción de la modernidad esta articulada en primera instancia con la democratización del poder, es decir con el desalojo de los centros de decisión de la universidad de la oligarquía académica asociada a la Iglesia y la transferencia del poder a la comunidad universitaria. La modernización supone la asunción del discurso científico en los contenidos y en la metodología de enseñanza y finalmente la ʺnuevo espirítuʺ y que está dispuesta a acciones audaces y heroícas para realizar su proyecto histórico.
secularización ideológica de la institución universitaria
 El movimiento se percibe a si mismo como una nueva generación que irrumpe polemizando con la anterior, con su sistema y valores y
El contexto histórico y cultural de la irrupción de esta ʺnueva generaciónʺ, ha sido magistralmente formulado por Juan Carlos Mariátegui.
 Esta nueva generación percibió la existencia de un espacio cultural latinoamericano, surgido a partir raíces históricoculturales comunes. La asunción de un nacionalismo continental se constituyó en una faceta del discurso ideológico del movimiento. Las sucesivas intervenciones de los EEUU en la política interna de losʺel tema moral y de lucha por la Independencia americana, que es el de la liberación de todas las amarras materiales y de todas las formas mentales de nuestra persistente sumisiónʺ.
estados latinoamericanos, principalmente en Centro América y el Caribe, reforzaron el sentimiento nacionalista, él cual suscitará una naciente actitud antiimperialista en la juventud de América Latina. 
Del Mazo escribe que este sentimiento nacionalista hizo reemerger
Junto a esta actitud incipientemente antiimperialista se registra una posición de rechazo a loa paradigmas de organización económica y al sistema de valores imperantes en Estados Unidos y Europa, a los se les atribuye una excesiva primacia de los valores materiales. En este contexto, podemos colegir que el proceso modernización que esta generación impulsaba no suponía erradicar la tradición cultural hispánica y de las antiguas culturas indígenas sino que afianzarla, como componentes esencial de la identidad latinoamericana. La crisis europea de postguerra movilizan por otra parte a esta generación a adoptar una aptitud crítica frente a los paradigmas culturales y filosóficos europeos.
Ellos sienten, que Europa que fue el referente de los intelectuales que contruyeron ideológica e institucionalmente el Estado nacional, estaba agotada como fuente de inspiración; ʺEuropa ha fracazado ya no ha de guiar al mundoʺ‐ afirma Saúl Alejandro Taborga‐ʺ Qué América no esté circunscrita a pensar, sentir y a querer, como piensa, siente y quiere Europaʺ‐ y concluye‐ ʺʺcien años hace que nos dijimos libres: ¡Comencemos a serlo! Seamos americanos. Seamos americanos por la obra o por la idea. O simples factorias o pueblos independientes al servicio de un idealʺ.
En vez de copiar servilmente modelos e ideas de los centros metropolitanos de la modernidad, la ʺGeneración del 18ʺ propone adentrarse en la mismidad de la propia cultura para comprenderla, sin cerrarse a los impulsos exógenos, para así crear paradigmas sociales y culturale encarnados en la realidad de América Latina.
En la concepción orteguiana toda generación en ascenso o emergente, no sólo polemiza con el sistema de valores de las anteriores, sino que levanta su propia proyecto vital, efectuando lo que Ortega denomina ʺun cambio de mundo. La ʺGeneración del 18ʺ asumió la realización de un proyecto de cambio democrático radical en la institución universitaria y una articulación de ésta con la sociedad civil. Ello implicaba para la Universidad asumir nuevos roles, que superaran la función tradicional de las universidades de formar profesionales y extender títulos acádemicos.
 Para ellos la Universidad debía estar inserta la sociedad y en la cultura nacional y constituirse en dirección ética e intelectual de la nación.La Universidad debía constituirse en unagente del proceso de democratización; La Universidad no sólo debía formar profesionales, sino que también intelectuales que organizaran la dirección política y espiritual de la sociedad; Del Mazo señala que ʺla Reforma acusa y reclama que la inteligencia nacional asuma su función ética sin la cual nada vale y mucho cuestaʺ. En definitiva, el proyecto de esta nueva generación, fue en términos gramscianos, la creación a partir de la Universidad reformada de un tipo de intelectual moderno que sustituyera a los sacerdotes y a los intelectuales tradicionales articulados con la oligarquía. Estos nuevos intelectuales deberían crear la nueva hegemonía espiritual, cultural y ética que permitiera a las capas medias y subalternas realizar la modernización de las sociedades de América Latina.


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