jueves, 16 de abril de 2009

APORTES PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS

La ‘alfabetización científica’ no debe entenderse simplemente como la
adquisición de un vocabulario científico. El concepto va mucho más allá
y conlleva transformar la educación científica en parte de la educación
general. Implica pensar en un mismo currículo científico, básico para
todos los estudiantes y requiere implementar estrategias que aseguren
la equidad social en el ámbito educativo (Gil y Col., 2005).
Una educación de estas características debería incluir tanto la enseñanza
de los conocimientos y procedimientos de la Ciencia (datos,
hechos, conceptos, teorías, técnicas, uso de instrumentos, etc.) como
aquella de los conocimientos sobre la Ciencia (historia y naturaleza de
la Ciencia, la investigación y explicación científicas, los modelos, etc.).
A su vez, debería enfatizar la aplicación de estos conocimientos a la
resolución de problemas reales, así como integrar la tecnología y la reflexión
sobre los aspectos éticos, económicos, sociales de los asuntos
científicos y tecnológicos.
Hodson (1992) plantea que cuando los estudiantes desarrollan mejor
su comprensión conceptual y aprenden más acerca de la naturaleza de
la Ciencia, es cuando participan en investigaciones en esta área. Obviamente
deben darse las condiciones de apoyo y sostén por parte del
docente, quien ve realzado su papel de ‘director’ de la investigación.
En un trabajo colectivo, publicado en 1999, Gil y col. proponen las
características que deberían incluir las actividades científicas, abiertas
y creativas, destinadas a los alumnos:
1. La consideración del posible interés y relevancia de las
situaciones propuestas que dé sentido a su estudio, y evite
que los alumnos se vean sumergidos en el tratamiento de una
situación sin haber podido siquiera formarse una primera idea
motivadora.
2. El estudio cualitativo de las situaciones problemáticas planteadas
y la toma de decisiones, para acotar problemas y operativizar
qué es lo que se busca (ocasión para que los estudiantes
comiencen a explicitar funcionalmente sus concepciones).
3. La invención de conceptos y emisión de hipótesis (ocasión para
que las ideas previas sean utilizadas para hacer predicciones
susceptibles de ser sometidas a prueba).
4. La elaboración de estrategias de resolución (incluyendo, en su
caso, diseños experimentales) para contrastar las hipótesis, a la
luz del cuerpo de conocimientos del que disponen
5. La resolución y el análisis de los resultados, cotejándolos con
los obtenidos por otros grupos de estudiantes y por la comunidad
científica. Ello puede convertirse en ocasión de conflicto
cognoscitivo entre distintas concepciones (tomadas todas
ellas como hipótesis), obligar a concebir nuevas conjeturas y a
replantear la investigación.
6. El manejo reiterado de los nuevos conocimientos en una variedad
de situaciones, poniendo un énfasis especial en las relaciones
Ciencia/Tecnología/Sociedad que enmarcan el desarrollo
científico (propiciando, a este respecto, la toma de decisiones).
En este momento, la investigación en la Didáctica de las Ciencias
tiene bastante evidencia, proveniente incluso de áreas de investigación
cercanas, como la psicología, para pensar que la introducción de estos
nuevos enfoques, favorece la calidad de la enseñanza, mejora el interés
y la motivación y, como consecuencia, el rendimiento de los alumnos.

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